lunes, 5 de octubre de 2015

B

de David Ilundain. España, 2015. 78’.
5 de octubre de 2015. Cines Ocimax, Gijón.

15 de julio de 2013. El juez Pablo Ruz interroga a Luis Bárcenas en la Audiencia Nacional. Le pregunta sobre la procedencia y el destino de las donaciones que gestionó como gerente y tesorero del Partido Popular. Donaciones ilegales para financiar al partido. Sobresueldos no declarados para sus presidentes, secretarios generales y altos cargos. Bárcenas entrega todas las cuentas y cuenta todo lo que sabe.

El resumen anterior está en mi blog de teatro. Lo escribí en diciembre del año pasado sobre Ruz-Bárcenas, la obra que motiva esta película y que, tras estrenarse en Madrid en el Teatro del Barrio, pasó por el off del Niemeyer antes de ir al Lliure de Barcelona. Lo que escribí allí sobre ese extraordinario documento teatral podría repetirlo ahora sobre su versión cinematográfica. Insisto, Pedro Casablanc está tan inmenso como interprete que realmente desaparece para que sea al propio Luis Barcenas a quien vemos ante un juez del que este país debería sentirse muy orgulloso. La película incluye a todos los presentes en aquel interrogatorio y, por tanto, también las respuestas de Barcenas al fiscal, a la acusación particular y a su abogado. Su confesión final sobre los motivos por los que cambió su declaración tiene un contrapunto impresionante en las imágenes que, a modo de epílogo, muestran la comparecencia parlamentaria de Rajoy, el presidente que recibía sobres con sobresueldos. Me siento orgulloso de que mi nombre esté en los títulos de crédito entre los cientos de personas que quisimos contribuir para que este proyecto fuera posible. Ojalá que viera esta película mucha gente. Recibirían una extraordinaria lección interpretativa de Pedro Casablanc. Y otra sobre las cosas que un país digno no debería tolerar a un partido político.