viernes, 14 de abril de 2017

Órbita 9

de Hatem Khraiche. España, 2017. 95.
14 de abril de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.

El largo viaje hacia otro planeta es el motivo de un gran experimento del que forma parte Helena, una joven que no ha conocido otro entorno que el de una nave. La reparación de una avería en el sistema de oxígeno lleva hasta allí a Alex, un ingeniero que luego volverá para rescatarla. Esa historia de amor pondrá en peligro el gran experimento del que forma parte Órbita 9.

Tiene razón Juanma Agulles cuando en La destrucción de la ciudad, el interesante libro que acaba de publicar sobre urbanismo, hace referencia al cine de ciencia ficción como expresión de ese ingenuo imaginario emergente según el cual solo con la huida de la Tierra podrá sobrevivir nuestra especie a los desastres que está causando en ella. Elysium, de Neill Blomkamp planteaba esa posibilidad con un satélite artificial para las élites. Interstellar de Christopher Nolan proponía un viaje de exploración a un lejano planeta a través de un agujero de gusano. Y la reciente Passengers de Morten Tyldum nos situaba en un escenario próximo al de esas naves generacionales que ya van teniendo cierto recorrido en la ciencia ficción. Aunque aquí el príncipe no despierta malevolamente a la bella durmiente sino que intenta salvarla, Órbita 9 tiene cierto parentesco con esta última. Pero también contiene elementos propios del cine de intriga y una ambientación radicalmente iberoamericana con unos personajes que hablan el español de España y otros su bellísima modalidad colombiana (solo la jefa de los malos habla en inglés). Los recursos son limitados, pero un guión bien construido con giros inesperados demuestra que en nuestro cine también se hacen películas de ciencia ficción dignas. Películas muy diferentes entre si pero aptas para muchos públicos como Los últimos días de Alex y David Pastor, Eva de Kike Maíllo, Proyecto Lázaro de Mateo Gil o esta Órbita 9 de Hatem Khraiche. Un género modesto en el cine español pero que merecería un trato similar en nuestras carteleras comerciales al que se da a sus, tantas veces mediocres, competidoras estadounidenses.